jueves, 20 de mayo de 2010

Sobre la identidad y la mentira

La Psicología advierte sobre el daño que la mentira produce en un niño en el inicio de su vida. Puede originar, en dicho sujeto, tanto trastornos psíquicos hasta la tercera generación, como enfermedades hereditarias en el plano físico.
La necesidad “de ir configurando su propia historia sostenido por los adultos, es sustituida por la necesidad de los adultos que los lleva a imponer al niño una construcción mentirosa de su identidad”
Opiniones autorizadas dentro y fuera del país como las de Winniccott, A.Freud, P. Aulagnier, Aberasturi, etc., coinciden en afirmar los efectos patológicos que produce en el niño una crianza apoyada en la mentira. La mentira no es un hecho puntual, es una construcción, una red que engloba enunciados falsos, secretos y prohibiciones (conscientes e inconscientes), que circulan y se transmiten por todos los detalles de la crianza”...
::: Ahora bien, ¿qué sucede cuando en vez de una respuesta se le impone al niño un relleno falso destinado a producir un agujero en su memoria corporal? ¿Qué respuesta se le habrán podido dar sobre la muerte? ¿Cómo se puede organizar el psiquismo de una criatura con una prohibición a saber?”
(Material extraído de el sitio de la CONADI